Los agricultores franceses han estado llevando protestas durante varias semanas con el objetivo de obtener mejores precios por sus productos, simplificar los trámites burocráticos y protegerse de las importaciones agrícolas baratas.
Estas protestas han pasado a su segundo día con el llamado «asedio de París», durante el cual se han bloqueado rutas estratégicas alrededor de la capital francesa para demostrar que pueden resistir durante varios días si las «nuevas medidas» que el gobierno francés planea revelar a lo largo de este día no les parecen suficientes.
Los agricultores se quejan de que no se les paga lo suficiente por sus productos debido a los altos costos de energía, fertilizantes y transporte. Además, se oponen a las importaciones agrícolas baratas de Ucrania que no cumplen con los estándares ambientales impuestos a los agricultores europeos y que han avivado el descontento de los productores franceses, así como en el resto de la UE, por la competencia injusta.
Según los agricultores, las importaciones de Ucrania están afectando negativamente a la industria agrícola francesa, ya que los productos importados no cumplen con los mismos estándares ambientales que se exigen a los agricultores franceses.
Esto les da una ventaja competitiva desproporcionada, lo que está afectando negativamente a la industria agrícola francesa.
Los agricultores también se oponen a algunas de las políticas verdes de la UE, como el requisito obligatorio de dejar el 4 % de las tierras agrícolas en barbecho.
Según los agricultores, estas políticas están afectando negativamente a la productividad de las tierras y están aumentando los costos de producción.
Ante estas protestas generales alrededor del país, el gobierno francés se plantea renegociar el fin del barbecho obligatorio y las limitaciones al ingreso en el territorio comunitario de productos agrícolas ucranianos en la cumbre de la Unión Europea de este jueves.
Los agricultores han bloqueado varias carreteras y autopistas alrededor de París, lo que ha causado perturbaciones en el tráfico.
En la ciudad de Orleans, localizada al sur de París, más de 150 tractores han bloqueado la carretera durante todo el día. Además, los agricultores han incendiado varios fardos de paja en la rotonda del aeropuerto de Toulouse-Blagnac, lo que ha provocado columnas de humo negro y ha obligado a desviar los autobuses de enlace con el aeropuerto.
La policía se encuentra en una situación firme ante estas protestas, ya que se han desplegado 15.000 policías, la mayoría en la región de París, para abordar las protestas.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha calificado la bloqueo de los aeropuertos de París o de las provincias como una «línea roja».
Los agricultores exigen que se les pague lo suficiente por sus productos y que se simplifiquen los trámites burocráticos, ya que se encuentran enfrentados a altos costos de energía, fertilizantes y transporte. Además, se oponen a las importaciones agrícolas baratas de Ucrania que no cumplen con los estándares ambientales impuestos a los agricultores europeos y que están afectando negativamente a la industria agrícola francesa.
Estas protestas se han extendido a todo el país, con más de 50 bloqueos y manifestaciones en toda Francia.
