El líder político de Hamás, Ismail Haniya, ha confirmado que la milicia palestina está abierta a continuar negociando un intercambio de rehenes a cambio de un alto al fuego con Israel, aunque rechaza devolver a los secuestrados sin garantías de que Israel detenga su ofensiva en Gaza.
Haniya considera inaceptable que Israel quiera recuperar a los rehenes y luego siga atacando. Israel y Hamás han negociado a través de mediadores de EE.UU., Qatar y Egipto, con el objetivo de alcanzar un alto al fuego antes del mes sagrado de Ramadán.
Mientras tanto, el ejército israelí intenta confirmar si uno de sus ataques del fin de semana mató a Marwan Isa, segundo líder del brazo armado de Hamás en Gaza.
Simultáneamente, el barco de la ONG española Open Arms, cargado con 200 toneladas de ayuda para Gaza, que estaba programado para zarpar el domingo, sigue anclado en el puerto de Larnaca (Chipre).
El ministro chipriota de Exteriores, Constantinos Kombos, ha manifestado su confianza en que la nave pueda zarpar durante el día.
La milicia libanesa Hezbolá afirma haber atacado un puesto de defensa israelí en los Altos del Golán, una región fronteriza ocupada por Israel.
Los milicianos hezbolá han disparado cuatro drones, afirmando que alcanzaron su objetivo con precisión y que la operación es un apoyo al pueblo palestino en Gaza.
Hezbolá, respaldada por Irán, y el ejército israelí han intercambiado ataques a lo largo de la frontera sur de Líbano desde octubre, cuando comenzó la guerra entre Hamás e Israel en la Franja de Gaza.
Los ataques israelíes se habían centrado principalmente en la región fronteriza del sur de Líbano, aunque se han desplazado hacia el norte en las últimas semanas.
El ejército israelí ha informado que dos objetos aéreos cruzaron desde Líbano hacia territorio israelí en la zona norte del Golán y que caían en áreas abiertas.
