La artista venezolana Emily Galaviz dio inicio a su tan esperada gira nacional en Barquisimeto, en un concierto que prometía ser una celebración de la música llanera y el talento local. Sin embargo, a pesar de las expectativas, el evento se vio marcado por algunas dificultades que empañaron la experiencia general.
El concierto, que estaba programado para comenzar a las 7 pm, se retrasó considerablemente, iniciando finalmente a las 9 pm. A pesar de la espera, el público, formado en su mayoría por niños y adolescentes, pudo disfrutar de las actuaciones de varios jóvenes talentos locales.
Sophia Valles, una niña de apenas 12 años, fue la primera en subir al escenario y, con su brillante voz, logró amenizar la velada. Posteriormente, Gabo Garden le siguió, aportando un toque pop y bailable que hizo vibrar a los presentes.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la actuación de Fernando Ramírez, un niño de 10 años de Bailadores, estado Mérida, quien había ganado un casting de Total Show, la empresa encargada de la gira nacional de Galaviz.
Con su destacada interpretación, logró conmover al público, que lo ovacionó de pie al finalizar su actuación, evidenciando el talento que la nueva generación de artistas venezolanos tiene para ofrecer.
Finalmente, a las 11:30 pm, Emily Galaviz, apodada “La Centella”, apareció en el escenario luciendo un impresionante liquiliqui fucsia que capturó la atención de todos.
Su actuación no defraudó, y los seguidores cantaron al unísono sus canciones más populares. Tras varias interpretaciones, Galaviz se retiró brevemente del escenario, solo para regresar con otro liquiliqui que evocaba los hermosos atardeceres de Barquisimeto.
La noche tuvo un momento inesperado con la aparición de Ruperto “Tico” Páez, quien se unió a Galaviz para interpretar juntos el icónico tema “El Espanto”. Sin embargo, el espectáculo culminó de una manera que pudo haber sido aún más grandiosa, ya que a pesar de la calidad del talento y la energía del público, el evento no cumplió con las expectativas de asistencia.
De un aforo esperado de 1500 personas, solo cerca de 500 asistieron, y de acuerdo con fuentes cercanas, apenas se vendieron alrededor de 200 entradas, muchas de las cuales eran pases de cortesía.
El retraso en el inicio del concierto también generó incomodidad entre algunos asistentes, quienes esperaron durante casi dos horas antes de disfrutar del espectáculo, lo que pudo haber afectado el ánimo de los presentes, especialmente entre el público más joven.
Con información de medios nacionales