La secretaria política regional de Voluntad Popular y vocera de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) en Bolívar, Jacqueline Yary, ha levantado su voz para denunciar las acciones recientes del gobierno de Nicolás Maduro, que buscan instaurar un clima de terror y suspender las elecciones presidenciales.
Ataques a la democracia
Yary ha alertado sobre la continua persecución y encarcelamiento de líderes políticos y defensores de los derechos humanos por parte del Gobierno nacional. Además, destaca la orden de expulsión del representante de la Oficina de los Derechos Humanos de la ONU del país, como un claro intento de coartar la vigilancia internacional sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela.
Objetivo: evitar la democracia
Según Yary, estas medidas buscan desalentar a los actores democráticos y al pueblo que anhela un cambio en el sistema de gobierno. La detención de dirigentes sindicales, políticos y defensores de los derechos humanos, junto con la expulsión de la Misión de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos, forman parte de una estrategia para amedrentar y desviar el rumbo democrático del país.
Resistencia y participación ciudadana
En medio de esta situación, la vocera de la PUD Bolívar hace un llamado a la resistencia y la firmeza. Insta a los ciudadanos comprometidos con el cambio en Venezuela a no dejarse intimidar por estas tácticas y a seguir adelante con el proceso electoral. Destaca la importancia de la participación ciudadana, como se demostró en el evento del 22 de octubre, y la unidad de la oposición democrática como pilares fundamentales para avanzar hacia una Venezuela libre y democrática.
Un futuro posible
Finalmente, Yary resalta la esperanza de cambio que vive en la mayoría de los venezolanos y la posibilidad de hacer realidad ese deseo a través de elecciones libres. Apunta hacia la victoria de María Corina Machado como un paso hacia adelante en la construcción de un país donde la democracia y los derechos humanos sean respetados y protegidos.
En resumen, las acciones del gobierno de Maduro representan un claro intento de socavar la democracia en Venezuela. Sin embargo, la resistencia y la determinación del pueblo venezolano, junto con el apoyo de la comunidad internacional, son fundamentales para mantener viva la esperanza de un futuro mejor para el país.
