José Raúl Mulino gana las elecciones en Panamá

Las elecciones presidenciales en Panamá, un país con una de las economías más estables de América Latina y que es además el principal canal de comercio mundial gracias al Canal de Panamá, resultaron en la victoria de José Raúl Mulino, candidato del Partido Realizando Metas.

Estos comicios se llevaron a cabo en un contexto de desafíos económicos, sociales y ambientales que el próximo mandatario tendrá que enfrentar.

Mulino, un político con experiencia en el ámbito de la seguridad, consiguió el apoyo de un sector de la población que buscaba un cambio y un retorno a los tiempos de crecimiento económico bajo el gobierno de Ricardo Martinelli, quien actualmente se encuentra en prisión por cargos de corrupción.

Martinelli, quien gobernó entre 2009 y 2014, es muy popular en Panamá a pesar de sus problemas legales y las acusaciones de Estados Unidos de corrupción.

El exmandatario apoyó activamente a Mulino desde su refugio en la embajada de Nicaragua, donde se encuentra asilado para evitar una orden de captura en su contra.

A pesar de no poder participar directamente en la campaña debido a su inhabilitación, Martinelli llevó a cabo una intensa campaña de proselitismo desde su lugar de refugio.

El candidato ganador, José Raúl Mulino, prometió regresar a los “viejos buenos tiempos” de la era Martinelli y enfocarse en la inversión y el crecimiento económico, sin olvidar las necesidades de las capas más vulnerables de la sociedad. También señaló su intención de poner fin a la “persecución política” que ha afectado a algunos líderes panameños.

En segundo lugar, Ricardo Lombana, del Movimiento Otro Camino, superó las expectativas con un 25% de los votos. Su enfoque en la lucha contra la corrupción y su discurso anticorrupción le valieron seguidores, aunque no pudo lograr la sorpresa electoral.

En tercer lugar, el también expresidente Martín Torrijos obtuvo un 16% de los votos, defendiendo un discurso de unidad nacional.

El oficialista José Gabriel Carrizo, del Partido Revolucionario Democrático, quedó en un decepcionante sexto lugar con solo un 5,76% de los votos.

Esto representa un duro revés para el Partido Revolucionario Democrático, que ha sido uno de los principales actores en la política panameña desde la transición a la democracia en la década de 1980.

Las elecciones también enfrentaron desafíos significativos en el ámbito económico, social y ambiental. La sequía que ha azotado a Panamá durante los últimos tiempos ha agravado la crisis hídrica, afectando la operación del Canal de Panamá, uno de los principales ingresos económicos del país.

Además, la lucha contra la corrupción sigue siendo un tema de gran preocupación para la población, especialmente después de los escándalos de corrupción que envuelven a líderes políticos en el pasado.

La gestión del actual presidente, Laurentino Cortizo, ha aumentado la tensión social en el país. Uno de los momentos más críticos ocurrió a finales del año pasado, cuando el gobierno extendió un contrato de la minera canadiense First Quantum Minerals, lo que desencadenó protestas masivas. Estas protestas llegaron a su punto máximo cuando se canceló el acuerdo y se cerró definitivamente la mina de cobre de Minera Panamá, que contribuía con casi el 5% del Producto Interno Bruto del país.

El próximo presidente de Panamá, José Raúl”Mulino, tendrá que enfrentar estos desafíos complejos y abordar temas como la lucha contra la corrupción, la crisis económica, la protección del medio ambiente y la gestión migratoria.

Además, deberá manejar la tensión social que ha surgido en el contexto de las protestas y la crisis económica, manteniendo a la vez un diálogo constructivo con las distintas facciones políticas y sociales del país.

Con información de medios internacionales

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