El conflicto entre Rusia y Ucrania ha continuado durante más de dos años desde la invasión rusa en febrero de 2022.
Durante este tiempo, la guerra ha dejado un devastador impacto en la población civil, la economía y la infraestructura de Ucrania.
Se estima que más de 10.300 civiles han muerto y la reconstrucción necesaria después de la invasión requeriría una inversión de más de 450.000 millones de euros.
Ambas partes parecen alejarse de una resolución pacífica, y las perspectivas de un acuerdo siguen siendo sombrías.
Ucrania busca restaurar sus fronteras internacionalmente reconocidas y expulsar a las tropas rusas, mientras que Rusia sostiene que Ucrania no es un país y continuará presionando hasta lograr sus objetivos.
En los últimos dos años, Ucrania ha recibido apoyo militar, financiero y humanitario significativo de la Unión Europea y Estados Unidos. Sin embargo, este flujo de ayuda ha disminuido k los últimos meses, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad a largo plazo del apoyo internacional a Ucrania.
Por otro lado, Rusia ha recibido apoyo de países como Bielorrusia e Irán, y las sanciones occidentales no han tenido el impacto esperado.
El presidente ruso, Vladímir Putin, mantiene sus objetivos de controlar toda Ucrania y ha expresado su deseo de una “desnazificación” del país, mientras que critica la expansión de la influencia de la OTAN hacia el este.
Las bajas humanas en los dos años de invasión rusa en Ucrania se estima en cientos de miles de muertos, aunque la cifra precisa sigue siendo desconocida.
Tanto Ucrania como Rusia han mantenido silencio sobre sus bajas militares, y el Kremlin ha ocultado especialmente el número de civiles fallecidos en los territorios ocupados, como en la devastada ciudad de Mariúpol.
La cantidad exacta de muertes civiles sigue siendo un misterio debido a la imposibilidad de realizar un recuento independiente en los territorios ucranianos ocupados por Rusia.
La Organización de las Naciones Unidas ha contabilizado 10.000 civiles muertos, aunque también considera que el balance es “considerablemente superior”.
Las autoridades ucranianas estimaron en junio de 2023 que el número de civiles fallecidos es de alrededor de 50.000.
Alrededor de 3,7 millones de personas permanecen desplazadas dentro de Ucrania, mientras que casi 6,5 millones son refugiados en diferentes partes del mundo.
Hasta ahora, más de 4,5 millones han logrado retornar a sus hogares, tanto desde el extranjero como desde zonas de desplazamiento interno en el país.
Con la incertidumbre sobre el impacto de las próximas elecciones presidenciales en EE. UU. Y otros conflictos globales, el futuro del conflicto en Ucrania sigue siendo incierto, y los analistas predicen una guerra prolongada.
Con información de medios internacionales
